3 de mayo de 2011
El Coliseo
El mayor anfiteatro de Roma fue mandado construir por el emperador Vespasiano en el año 72 d.C. junto a un lago, en los terrenos del palacio de Nerón, la Domus Aurea.
En él tenían lugar luchas a muerte de gladiadores y peleas de animales salvajes, financiadas por el emperador y los ciudadanos adinerados; la entrada era gratuita.
El proyecto del Coliseo une a sus cualidades prácticas (con 80 entradas que facilitaban el acceso a más de 55.000 espectadores) una gran belleza, y a pesar de los daños producidos por el paso del tiempo, sigue siendo un edificio majestuoso.
Las galerías internas permitían a los espectadores entrar y salir libremente, y acomodarse en sus asientos en menos de diez minutos, por medio de escaleras que conducían a los distintos niveles.
El “velarium”, era una gran carpa que protegía a los espectadores del sol. Se fijaba por medio de postes al piso superior de la construcción y se ataba con cuerdas a los pivotes situados fuera del anfiteatro.
Hoy en día, por su importancia histórica y su arquitectura, el Coliseo es candidato a ser “Nueva maravilla del Mundo”, junto a otras importantes obras como el Taj Mahal, la Alhambra, las pirámides de Gizeh, etc.